Trayectoria de una fotógrafa, Elvira Megías, quien empezó a trabajar con 21 años en analógico y ha visto la evolución y el impacto que supuso la llegada del digital en la profesión. Elvira trabaja en formato analógico por sus proyectos personales, su cámara es una Bronica (120 mm).
Entrevista con la fotógrafa madrileña Elvira Megías por Lucie Maillard, marzo de 2021
Empecé con 21, hoy tengo 45 años.
Yo cuando empecé la fotografía era analógica. Estuve tirando diapositivas hasta que mi directora de comunicación para la productora para la que trabajaba a este momento no podía gestionar ya el analógico. Y además del cambio de sistema, cambió la profesión. Hizo que los tiempos cambiaran completamente: todo era más rápido, más inmediato y el analógico dejó de ser viable. Empecé en el cine, estuve diez años en el cine y la televisión como still photographer. Hoy trabajo en digital, porque me he ganado la vida con el trabajo comercial. Tanto en fotoperiodismo, como eventos - cuando hay eventos, que ahora no los hay - hago muchas fotografías corporativas.
No es comparable el placer que siento cuando uso la cámara digital del placer con la cámara analógica. De pequeña el padre de una amiga me metió en su laboratorio, fue una revelación, y me hice fotógrafa por eso. Estuve muchos años revelando y copiando yo. Ahora solo revelo negativo. Tengo la ampliadora guardada, pero no tengo el espacio por un cuarto oscuro. Hasta hace 12 años estuve revelando y copiando pero al no tener un laboratorio propio tampoco peleé para conseguir uno nuevo porque era económicamente inviable, no me lo podía permitir. Yo nunca he sacado dinero de mi trabajo personal en analógico en blanco y negro, nunca lo he rentabilizado. Me cuesta mucho dinero hacerlo, es un capricho que no abandono pero que me cuesta dinero. Entonces lo que gano con mi trabajo comercial me permite vivir y además hacer fotografía analógica.
Además, hoy, el Photoshop permite en diez minutos hacer unas cosas increíbles. Cuando estás trabajando y te están pidiendo algo, lo tienes en cabeza, con Photoshop puedes hacer lo que quieres y rápidamente. Puedes añadir grano, textura, puedes hacer lo que quieras y conseguir algo parecido al analógico en un tiempo muy reducido.
Para mí, el analógico no tiene un valor porque solo tienes una copia única que has generado de manera artesanal, pero más bien por el proceso de disparar. El momento único, mágico, orgánico de disparar con una película no es lo mismo que en digital.
¿Qué hace de que el digital lo cambia todo, cómo impacta?
Que haya 12 o 36 fotogramas al lugar de 32 gigas de memoria. Manipular una caja negra analógica hace mucho para él que está adelante tuyo. Pero es cierto que hay trabajos que no puedes hacer. Por ejemplo es inviable ir a una manifestación o cubrir reportajes en analógico. No es práctico, es más torpe, es más lento.
Ya no hay debate entorno a la calidad. Ya el digital lo imita todo y lo imita muy bien. La profesión de la fotografía es tan jodida, tan fea en muchos aspectos que no quiero abandonar lo que me provoca esta sensación. Nadie lo sabe si es digital o analógica, a nadie le importa.
El saber hacer te lo piden uno de cada diez trabajos, en los otros nueve te piden rapidez, economía y efectividad y que no des problemas. Muy pocas veces te piden a ti por quién eres. Yo a partir de 2008 he cobrado con 35 años la mitad de lo que cobraba con 25, y nos ha pasado a todos. La mitad. Y esa mitad no se ha recuperado.
¿Cuáles fueron los argumentos que avanzaron estas empresas a la hora que te trasladases al digital?
Rentabilidad, rapidez. La diapositiva necesitaba ser escaneada, eso lleva un proceso y un trabajo de tiempo. Y hace cinco, diez años el resultado que obtenía, la calidad no tenía nada que ver con la calidad que supuso el digital. Definición, capacidad de ampliar, fidelidad de los colores, todo eso no te lo daba un escaneo básico. Los gabinetes de prensa de repente dijeron lo puedes hacer ahora y darme lo listo y enviarlo a la prensa dentro de dos horas. Al salir con digital, todo el mundo se adaptó a los ritmos del digital.
¿Cómo reaccionaron los fotógrafos en el momento?
Hubo de todo. Hubo mucha gente, los más jóvenes, que se pasaron todo rápido y fueron todos felices del digital: “¡Qué revolución, qué posibilidades se abren, cuántos megas!”. Y había una o dos generaciones por encima de mí, que muchos no pudieron y muchos lo dejaron. No habían tocado un ordenador en su vida. Por suerte se habían hecho dinero porque venían de la fotografía bien pagada cuando la fotografía estaba muy considerada.
Hoy, la fotografía digital permite saber menos de fotografía, te ayuda. Antes para trabajar de fotógrafo había que saber de óptica, mecánica, química. Ahora en digital, te facilita mucho el trabajo. En la industria del arte se sigue utilizando el analógico, de hecho cada vez está más considerado. Ahora vuelva a haber una recuperación del analógico. Pero es gente que vende sus imágenes en galería de arte.
¿Cómo enseñas tu trabajo?
Yo, ahora porque hay redes sociales. Antes era exponiendo pero para exponer tenías que vender. Hasta que aparezca las redes sociales, mis amigos no veían mis fotos, sin hablar de los que no son amigos míos. Yo las tenía ahí y de repente venían a casa y decían “¡hostia! tu trabajo”.
DESTACADO : Último trabajo publicado de Elvira en el diario El Salto, "Ruido blanco" (febrero de 2021) https://www.elsaltodiario.com/coronavirus/ruido-blanco
Blog personal de Elvira: http://www.elviramegias.com/
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